Desde hace mucho tiempo, de hecho milenios, los filósofos, científicos o simples pensadores a tiempo parcial, se han planteado una cuestión cuyo enunciado parece a primera vista, una simpleza: ¿Existe la realidad?
Claro —responde el hombre-masa— claro que la realidad existe. Y añade una ironía muy propia de él, con la que cree remachar su aseveración y de paso, hacerse el gracioso: —Prueba a clavarte un alfiler en la mano y verás cómo sí que existe la realidad.
Pero yerra en la cuestión. Por supuesto que la punción del alfiler duele, me duele a mí, sin que ello sea prueba de la existencia del alfiler, del irónico hombre-masa, o ni siquiera de mi propia existencia. Lo que sí hay es un conjunto de corrientes eléctricas entre las neuronas de mi cerebro, que me producen un sentimiento molesto, en el sentido de no deseable, que llamo dolor.
Pero todo sin exclusión podría ser sólo eso: un conjunto de corrientes eléctricas en mi cerebro que me hacen pensar que existe una realidad exterior. El hecho de que las demás personas —sus sombras en la caverna de Platón— afirmen experimentar reacciones similares me lleva a suponer —por el principio de la navaja de Occam— que mi experiencia, la de ellos y todo lo que hay fuera es real. Pero el principio de Occam no es una prueba científica, es sólo un criterio probabilístico.
El fantasma del subjetivismo persiste. La realidad podría ser sólo realidad virtual. Si es suficientemente buena, sería indistinguible de la realidad real.
Y a fin de cuentas, la cuestión no es tan relevante: Tanto si la realidad existe como si no, el hecho es que estamos jodidos: Esto, todo esto no va a acabar bien, no puede acabar bien, está diseñado para que no acabe bien. Por tanto, su mayor o menor grado de realidad no es tán importante, es sólo una distracción para pensadores con demasiado tiempo ocioso.
Por lo que he decidido acercarme a ese bar donde dan unas croquetas cojonudas, un salmorejo fuera de lo común y un vino de El Bierzo que quita er sentío. Eso si que es realidad.
*
Living only for the moment, turning our full attention to the pleasures of the moon,
the snow, the cherry blossoms and the maple leaves; singing songs, drinking wine,
diverting ourselves in just floating, floating; caring not a whit for the pauperism
staring us in the face, refusing to be disheartened, like a gourd floating along with
the river current: this is what we call the floating world…
Asai Ryōi, Ukiyo monogatari, (Tales of Floating), 1660. Quoted in Richard Lane, Images of
the Floating World, Oxford University press, Oxford 1978. P. II
A mí cada vez me cuesta menos creer que la realidad no es lo que parece. O que lo que parece no es la realidad.
ResponderEliminarPero lo importante es que, como dices, "en realidad" qué importa. La realidad, sea como sea, es lo que tenemos para vivir. Y si va acompañada de croquetas pues mejor :D
"Living only for the moment", that's the point.
Es como dices: gran parte de la filosofía no es más que especulación. El hombre es el tan trillado ser-ahí, arrojado a un mundo sin sentido sin habérselo buscado. Así que mejor aprender a comportarse cuando queda sólo una croqueta en el plato del centro de la mesa: Cogerla con una mezcla de indiferencia, elegancia y rapidez.
EliminarSaludos.
Estoy de acuerdo. No hay que ser una pitonisa para saber que esto no va a acabar bien ergo, sabiendo que nuestra realidad limitada (ya sea real o virtual) se reduce a nuestra vida, vivámosla con un buen vino y, sobre todo, con croquetas, con muuuuuchas croquetas.
ResponderEliminarAh, bonito texto el que me has hecho traducir ;)
Besos.
Veo que las croquetas han dejado profunda huella… Repito la estrategia que le indico a Ángeles para abordar el problema de la última croqueta. Pero recuerda que hay todo un mundo fuera de las croquetas, por ejemplo la Porra Antequerana.
Eliminar¿Traducir? Vamos, vamos. Hoy día basta con un copiar-pegar en un traductor. ¿Y lo que has aprendido?
Saludos.
Creo que me he vuelto muy simple o quizás siempre lo he sido, no lo sé y tampoco me importa, lo que sí me interesa más que acertar con los conceptos o con los nombres o con las ideas es que mi vida me resulte a mi feliz, que me llene y me pinte una sonrisa comiendo una croqueta o unas bravas, tomando un buen vino blanco helado y disfrutando de las compañias que me apetecen.
ResponderEliminarEl segundo vídeo no he podido verlo, me dice que no está disponible. El primero me ha hecho recordar una experiencia en un seminario sobre la atención plena, en la que nos dieron "algo" cotidiano y no podíamos verlo, solo descubrirlo con los sentidos, fue interesante la cantidad de matices que puedes obtener cuando concentras toda tu atención en algo que nunca has visto así, y es que la vida acelerada hace que a veces no se disfrute de los detalles ni del presente buscando más allá o un pastel mayor.
Un abrazo pausado
Conxita, gracias por tu comentario.
EliminarTus intereses coinciden bastante bien con el concepto de Mundo Flotante. ¡Bravas y vino blanco helado! Excelente.
La campana de mano, que me trajo mi asesora de imagen, es uno de los mejores regalos que me han hecho.
Y gracias por avisarme de que los chicos de YouTube me habían invalidado el video. Lo hacen con frecuencia. Lo he arreglado. Prueba ahora.
Saludos y reverencias.
Ahora sí funciona el vídeo. Me ha gustado la propuesta.
EliminarSaludos y reverencias jajaja