Ahí estás, sola, junto al mar que no tiene fin, buscando a alguien que has perdido. Me acerco, pero no demasiado. Disparo una ráfaga de fotos, casi sintiéndome culpable. Caminas de un lado a otro, sola, junto al mar que no tiene fin. Las botitas de goma rosa; la caperuza que quizá te cubra de una lluvia inesperada; la pequeña red para coger cangrejos. Sola, junto al mar que no tiene fin, buscando, buscando. Nadie puede verte mas que yo.
El texto resulta inquietante, como el inicio de una película que no a terminar bien. Da ganas de salir corriendo y rescatar a la chiquilla de lo que sea.
ResponderEliminarUn poco romancera te veo. ;) Quizá es sólo una niña que ha perdido de vista por un momento a sus acompañantes. Y ese gesto de desolación me pareció sugerente.
EliminarSaludos.